REPRESIÓN A JUBILADOS Y MANIFESTANTES FRENTE AL CONGRESO: CINCO HERIDOS Y DOS DETENIDOS

La Policía Federal volvió a dispersar con gas pimienta y bastonazos la marcha semanal de jubilados en la avenida Rivadavia, a metros del Congreso. Pese a que los manifestantes no superaban la veintena y contaban con apoyo de estudiantes y militantes sociales, los uniformados —en número superior— los obligaron a retroceder detrás del vallado. Al menos cinco personas resultaron lesionadas por la sustancia irritante y dos fueron arrestadas de forma aleatoria, según constató el Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), que denunció el uso del gas a corta distancia.

Testigos relataron que los agentes arrojaron el químico directamente al rostro y aplicaron golpes por debajo de la cintura. Entre los heridos se encuentra Cristian, jubilado, quien permaneció casi 40 minutos sin visión; y Nicolás Caropresi, integrante de la UTEP, gaseado cuando intentaba evitar la detención de un adulto mayor. Tras la agresión, la columna —escoltada por efectivos de la Policía de la Ciudad y Gendarmería— marchó hasta Plaza de Mayo para exigir aumento de la jubilación mínima, reapertura de la moratoria y subsidios a medicamentos de alto costo.

La protesta —que cada miércoles concentra reclamos sociales— sumó esta vez un “verdurazo” de la Unión de Trabajadores de la Tierra y una movilización de organizaciones vinculadas a la discapacidad, que denunciaron recortes en programas de salud, transporte y educación. Los manifestantes calificaron la represión como parte del protocolo “antipiquetes” del gobierno de Javier Milei y alertaron que, en lo que va de 2025, CEPA ya asistió a unas 600 personas afectadas por gas pimienta en distintas marchas.